Resulta que como buen Erasmus, me abrí una cuenta CaixaGalicia de esas sin comisiones ni cosas. Pero claro, recordé los líos que habíamos tenido al comprar los trenes de Edimburgo, que (con una cuenta igual) se les dio por pedir usar la Tarjeta de Coordenadas esta famosa en los pagos mayores de 90 euros. Así que andaba yo pendiente de que llegase para coger los vuelos, porque suponía que me pasaría igual.
RyanAir se ve que no tenía ganas de esperar y subió así tranquilamente unos 50 pavos el Santiago-Londres. Yo me cagué en sus muertos y decidí probar a ver si colaba sin ella antes de que fuera a peor. Y equilicuá, resulta que no me la pidió, y podía haberlos cogido en su momento.
En resumen, que ya tengo fecha estimada de salida. Será el 21 de agosto, viernes. A las 11 salgo de Lavacolla, llego a Stansted una hora (dos) después, donde tengo otras cinco para recoger maletas y refacturar, tomarme algo de comer y coger el segundo vuelo hasta Göteborg, donde arribo tres horas después.
Como el Sr. Puig ya anda por esas tierras aprendiendo sueco y pegándose la buena vida, le di una autorización para que me recoja las llaves de la habitación, ya que sólo las dan en horario de oficina los días laborables – si no, tendría que okuparle un cacho de suelo ese finde hasta poder ir a la mía, lo cual no es una gran jodienda pero tampoco es cómodo.
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