Si lo que no me pase a mí cuando salgo… o me encuentro coches de frente como aquel día hace unos meses o acabo en comisaría como ayer.
Ayer había una fiesta en Pirámide, organizada por el GADED para lograr votos en las elecciones a Representates de Estudiantes del viernes. Cuatro euros, barra libre y sorteaban iPods. No estaba nada mal. De no ser por unas cuantas ostias que se repartieron unos ahí dentro, la fiesta hubiera estado bien.
El caso es que a la salida éramos seis y había un coche. Era un trayecto corto, Belén vivía ahí al lado y luego ya estaba el coche de Jes en el centro. Así que nos montamos todos. Y según arrancamos, vemos al final de la calle un control de la Policía.
Ahí se nos fue la pinza y no pensamos. Se bajan dos corriendo y el resto avanzamos. Pero fue una cantada total, y la poli nos vio de pleno, así que nos mandaron bajar. Resulta que era un control para alcohol y drogas, y al ver bajarse corriendo a dos, pues pensaron que habían ido a tirar un kilo de coca o algo. Lo típico, fueron a buscarles, nos registraron el coche, cachearon al conductor, etc. La coña fue cuando nos piden la documentación, me llevo la mano al pecho y… oh-oh.
Stupendo día para perder la cartera, señores. En realidad tampoco pasó nada, me tomaron los datos y como íbamos limpios nos dejaron ir. Yo volví a Pirámide a echar un infructuoso ojo y luego tiré a comisaría a poner la denuncia.
Vale, no es lo que esperábais, pero técnicamente no he mentido con lo de acabar la noche en comisaría. El lunes me pasaré por el despacho del GADED por si hay suerte. Si no, pues tendré que volverme a hacer el DNI (urgh) y habré perdido 20 euros en efectivo más 20 de la tarjeta del bus recién cargada.
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