Supongo que los visitantes de esta página ya se habrán pasado alguna vez por la de mi amigo Krisko, que está un poco colgado pero es buena gente. Tiene una ligera obsesión con el nacionalismo gallego, yo creo que más que por su ideología por su simbolismo, es una especie de fascinación igual a la que sienten algunos por el nazismo alemán, el misticismo tibetano o por las mariposas de colores. O quizá más en la línea de las quinceañeras que se desmayan con Alejandro Sanz y le lanzan bragas a Bisbal. En su caso, con Quintana y Beiras. Que no digo yo que esté mal perseguir a respetables políticos de 70 años…
Entre sus ocurrencias está la de hacerse tarjetas de visita de Diputado del Parlamento Gallego o la confección de un gabinete ejecutivo, no vaya a ser que tenga que asumir repentinamente la presidencia de la Xunta y se vea sin equipo. Nosotros le seguimos alegremente el juego, y así es como acabé en la Consellería de Innovación e Industria.
Algunos de mis compañeros de gobierno ya tenían cartel electoral, así que como esta noche no tenía nada que hacer, me decidí a subsanar ese error que podría acarrearme importantes pérdidas de votos, llegado el momento:
Es más o menos la única foto decente que tenía de mí por aquí (tampoco es que me haga muchas fotos). Como no podía separarme del fondo sin pixelarme el pelo, decidí mantenerlo y pasarlo por un par de filtros (Enfocar, Desenfocar, Licuar…). El resultado fue psicodélico y lo justifiqué con un eslogan revolucionario. Ah, lo de Xurxo Anxo es porque acordamos en que en las listas queda mejor tener dos nombres, y Anxo pegaba bastante bien, la verdad es que es una combinación bonita.
Y con esto y un bizcocho, me voy a sobar. Buenos días.
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