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Mägo de Oz: La Boca Tour

Este pasado sábado 14 de enero nos fuimos a Santiago al concierto de Mägo de Oz. El grupo lo formábamos Miguel, Fran, Belén, su hermano Javi y yo.

Era en Santiago así que fuimos en el Zafira de Belén. La cosa ya vino movida porque en principio íbamos en el coche de Fran pero su tío se cayó de un tejado y hubo que llevarlo a urgencias (o algo así), con lo que hubo que hacer transbordo. Yo, que ya estaba abajo esperando a que pasasen a buscarme, me puse nervioso porque ya me había tirado 45 minutos mirando a las musarañas. Para colmo, cuando hacemos la última parada a coger a Miguel y ponemos rumbo, se da cuenta de que se ha olvidado la entrada y tuvimos que dar media vuelta. Miguel vive al fondo de la Zapateira, un monte enorme, y con unas cuestas y curvas que ni un circuito de motocross.

Luego por la autopista adelante fuimos oyendo Gaia 2, el último disco. Siempre empezábamos a cantar muy emocionados pero luego nos olvidábamos la letra, o cantábamos cada uno una cosa. En fin, menos mal que en el concierto nadie se iba a dar cuenta.

Llegados a Santiago, o más bien antes de llegar, llega la duda. ¿Cogemos la salida de Santiago Norte o la de Santiago Sur? Para ser una aldea, que tenga dos salidas de la autopista es algo raro. Al final tiramos por la Norte sólo para salir a los cinco minutos y coger la Sur. De suerte llegamos al Área Central, un centro comercial que sabemos que estaba cerca, y vi al fondo el tejado con piquitos del multiusos (lo que tiene buscar una foto en Google antes de salir).

Al grano con el concierto en sí (que por cierto nos valió 18 eypos por compra anticipada). Al principio salieron los teloneros, unos tales Savia. El cantante nos (les) sonaba, y no paraba de actuar como si fuesen relativamente conocidos, y de decir que llevaban 10 años en los escenarios. Fue cuando tocaron canciones que conocíamos (conocían) de sobra como Arrepentido o Diez años cuando caímos (cayeron) en la cuenta: esos tipos eran los de Söber. Como habréis deducido yo ni zorra de nada de todo esto, el grupo me suena y sé que existe pero nada más. Ya me he informado y parece ser que el cantante y el batería empezaron el proyecto aparte este de Savia y deben tener los derechos o algo para tocar viejas glorias de su otro grupo.

Y ya por fin Mägo. Previsiblemente, abrieron con Volavérunt Opus 666 y tiraron el telón en un clímax musical, desvelando la prometida fachada de catedral gótica satánica de 14 metros. Salió el cantante, hizo el mono un rato, salió el resto de la banda y engancharon con La voz dormida. En cuanto sonó el frenético comienzo, el público ya era suyo.

Tocaron bastantes del último disco y los grandes éxitos acostumbrados de los anteriores. Algunos se quejaron de que dejasen fuera Polla dura no cree en Dios (si bien la SuperPolla salió al escenario durante Resacosix) o Hasta que el cuerpo aguante, pero creo que cumplieron bastante. Mi única “exigencia” era que tocasen El pacto y tuve suerte 😀.

Les puedo tirar de las orejas, eso sí, por dejar las más cañeras para el final. Estando ya todos muertos, nos tocan Diabulus in Musica (con diablo de verdad, de escultura), Fiesta pagana y Molinos de viento y uno pues lo da todo pero poco queda ya para dar. Así que cuando cerraron con los 20 minutos de La cantata del diablo yo personalmente les mandé al cuerno casi todo el rato. Por mucho que quemasen al cantante en escena, que saliese el de Söber a hacer de inquisidor o que centelleasen luces y chispas, no podía más.

De hecho llevo dos días imitando al Dr. House, porque tengo agujetas o algo en las pantorrillas y ando raro, como cojeando. Resulta ridículo…

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